La ruta comienza en Zuazu, uno de los pueblos del valle de
Izagaondoa (Navarra), a unos veinte minutos de Pamplona en coche. Nada más
entrar al pueblo una pista comienza por nuestra izquierda. Podemos dejar el
coche en el mismo pueblo y comenzar a caminar desde ahí o recorrer unos
doscientos metros de pista con el coche y aparcar en una pequeña explanada que
hay más adelante.
Superada esta explanada, el camino desciende ligeramente y
algo más adelante comienza a ascender de nuevo. En este punto, encontraremos a
nuestra izquierda un pequeño cahir que nos indica una senda. Será esta la que
tomaremos.
El primer tramo es un ligero ascenso que nos permite ir
calentando motores. Tras unos cientos de metros, nos metemos de lleno en un
bosque de bojes. Una vez que ya nos hemos adentrado en el bosque, la senda
comienza a subir más pronunciadamente y la cosa se pone interesante. Enseguida
comienzan los primeros repechos.
Cuando llevamos una media hora de ascenso, vamos a parar a
una senda que viene de más abajo y asciende por nuestra izquierda. Deberemos
girar a la derecha y seguirla. Esta será la senda que nos llevará hasta la ermita
de San Miguel de Izaga (Santo de la peña al que una vez al año todos los
pueblos del valle de Izagaondoa suben a venerar en romería).
Una vez en la ermita solo nos queda bordearla y seguir en
vertical hasta la cima. Es un cuarto de hora más y la senda también está bien
marcada.
La peña tiene dos cimas más, menos elevadas que la principal
pero que merece la pena visitar ya que se pueden ver desde ellas, unas vistas
diferentes a las de la primera.
El camino de vuelta será el mismo por el que hemos subido,
hasta llegar al primer cruce que nos encontramos en el ascenso dónde esta vez
seguiremos recto.
Este mismo camino nos lleva hasta el pueblo de Ardanaz,
donde acaba nuestra ruta. En el caso de que andemos con el tiempo justo, existe
un atajo en la bajada. Hay una pequeña senda a la derecha indicada también por
un cahir que nos ahorrará unos metros de regreso.
Se trata de una ruta sencilla que se completa en dos horas y
media o tres si nos paramos tranquilamente a ver las vistas del valle y a comernos
el almuerzo.
En un día despejado, podemos ver desde la cima, la parte Navarra y Oscense de los pirineos. En un día de nieve, como es el caso, también merece la pena hacerla por el paisaje nevado de la parte boscosa de la ruta, entre otras.
Aquí os dejo el link a google maps y a wikiloc para que tengáis
a mano la situación del pueblo de inicio y la ruta grabada que hemos seguido.
Esta vez disfruté de la salida en compañía de:
Jokin Steck “La máquina de Binies”
Karman Ochoa de Olza “El filosofo”
y Miren Pasaban
¡Pura vida chavales!